Leyenda del peregrino

Cuenta la leyenda que hace varios siglos, en una fría y desapacible noche de invierno, llegó hasta Canfranc una peregrina judía. Como era costumbre para los caminantes que transitaban el camino hacia Santiago de Compostela, la peregrina solicitó cobijo en aquella horrible noche. Pidió alojamiento entre los hogares de la villa, y lo pidió también a las puertas de la iglesia, sabedora de que el cura estaba dentro oyéndola.
Pero, inexplicablemente, nadie la socorrió. No se sabe si fue por algún tipo de superstición, o por ser judía, o quién sabe el por qué.....pero en mala hora...!!!
La peregrina siguió su camino, no sin antes echar una maldición sobre el pueblo al llegar al punto más alto del puente donde termina la población :

CANFRANC, YO TE MALDIGO!
 ¡Dos veces por el fuego arderás, y por último, el agua te arrasará! "


En 1617 Canfranc, con 200 habitantes, sufrió un grave incendio en el que sólo quedaron en pie dos casas, el molino de harina, el castillo real, y la iglesia de la Santísima Trinidad.
En Junio de 1944, con más de 1000 habitantes, Canfranc se incendió por segunda vez. Una chispa del fuego de un hogar, las vigas de madera de las casas, la paja que se guardaba, y el fuerte viento que hacía aquel día, hicieron todo el trabajo. El pueblo se consumió en un momento. Se quemaron 117 casas de las 132 que había.


Por el momento, salvo alguna riada grande, Canfranc no ha sucumbido bajo las aguas. Pero a veces, pensamos en  el Ibón de Ip, y en la presa de Canfranc Estación con cierto temor...

¿Y si la maldición fuera cierta...?

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